Los carriles exprés de la avenida Constitución en Monterrey dejaron de cumplir con su función original: la de agilizar la movilidad de miles de automovilistas que diariamente circulan por esta vía. Hoy, en medio de cierres provocados por las obras de las líneas 4 y 6 del Metro, se han convertido en un verdadero estacionamiento a cielo abierto.
El colapso vial no solo genera pérdida de tiempo y frustración para quienes buscan llegar a su destino, sino que también ha provocado un fenómeno paralelo: personas que aprovechan el embotellamiento para pedir dinero o vender productos entre los autos. Escenas de vendedores caminando con bolsas de semillas o dulces, así como pedigüeños cargando niños o apoyados en muletas, se repiten una y otra vez, dejando claro que la crisis de movilidad se ha transformado en un problema social y de seguridad.
Caos diario en carriles exprés
La situación es visible casi todos los días en el tramo cercano al Puente Guadalupe, donde inician los cierres de los carriles exprés por las obras del Metro. Lo que antes era una vía rápida se ha vuelto una trampa de tráfico interminable que se prolonga hasta el municipio de Guadalupe, ya convertido en el bulevar Miguel de la Madrid.
En este entorno, los automóviles avanzan a vuelta de rueda mientras peatones improvisados recorren el espacio entre autos ofreciendo productos o pidiendo ayuda. Por momentos, cuando el tráfico disminuye y los vehículos logran avanzar un poco más rápido, el riesgo se incrementa: cualquier descuido podría convertirse en un accidente para quienes caminan entre los carros.
Un ejemplo reciente ocurrió cuando un hombre fue visto con un niño en brazos recorriendo los vehículos para solicitar dinero. Su aparente pareja lo esperaba a un costado, junto al margen del río Santa Catarina. La imagen generó preocupación entre los conductores que, además de la molestia por el tráfico, temen que esta dinámica pueda terminar en tragedia.
El carril exprés de Constitución dejó de ser “exprés”. Los cierres por obras del Metro lo han convertido en un embotellamiento constante, con largas filas y hasta vendedores entre autos. Una muestra de la mala gestión vial de Samuel.
— La Sierra Madre (@LaSierraMadre_) August 22, 2025
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Riesgos para vendedores y automovilistas
Otro de los casos observados es el de un hombre en muletas, con visibles problemas de movilidad, que camina entre autos con un letrero en el pecho. En él se lee una súplica: reconoce el peligro que enfrenta al pedir dinero en plena vialidad, pero asegura que su enfermedad y necesidad lo obligan a hacerlo para sobrevivir.
Este mismo hombre también se presenta en el puente que conecta Morones Prieto con Churubusco, lo que muestra cómo estas zonas de tránsito lento se han convertido en espacios atractivos para quienes buscan ingresos en la calle.
El riesgo no es menor. Una aceleración repentina o un conductor distraído puede provocar un accidente con consecuencias graves, tanto para quienes caminan entre los carros como para los mismos automovilistas. A esto se suma la tensión de manejar en condiciones de tráfico pesado, lo que eleva la posibilidad de incidentes.
Carriles exprés dejaron de ser exprés
Lo paradójico de la situación es que los carriles exprés, diseñados originalmente para agilizar la movilidad en uno de los corredores más importantes de Monterrey, hoy simbolizan el fracaso en la planeación vial. Las obras del Metro, necesarias para mejorar el transporte público, han carecido de una estrategia eficiente de mitigación del tráfico.
En lugar de representar una alternativa para llegar más rápido a sus destinos, los automovilistas encuentran largas filas que los hacen perder hasta una hora extra en trayectos que deberían tomar pocos minutos. El tiempo perdido en los embotellamientos repercute en la productividad, en la calidad de vida y en la percepción de la gestión pública.
Vecinos y conductores han expresado en redes sociales su frustración: denuncian que los cierres se extienden más de lo previsto, que la señalización es insuficiente y que el Gobierno estatal no ha ofrecido alternativas viales reales para enfrentar el caos.
Obras del Metro generan crisis vial
El cierre de los carriles exprés en Constitución comenzó a la altura del Parque Fundidora y se ha extendido hacia el oriente, afectando el cruce con el Puente Guadalupe. Todo esto como parte de los trabajos de las nuevas líneas 4 y 6 del Metro.
Aunque la administración estatal insiste en que estas obras son fundamentales para modernizar la movilidad de Monterrey, el impacto negativo es evidente. El tránsito lento no solo genera retrasos diarios, sino que también complica la vida de quienes viven o trabajan en zonas cercanas.
Mientras los proyectos avanzan, la ciudad enfrenta un dilema: ¿cómo soportar el costo de la parálisis vial mientras se espera un sistema de transporte público que promete ser más eficiente en el futuro? Hasta ahora, las respuestas no han sido claras, y la gente percibe que la prioridad ha sido más el anuncio de grandes obras que la solución de los problemas inmediatos.
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