A pesar de los discursos oficiales sobre el cuidado del medio ambiente, una planta tratadora de Agua y Drenaje de Monterrey ha sido señalada por contaminar el Río Pesquería con descargas fuera de norma, lo que ha provocado la indignación de activistas y ciudadanos.
La asociación civil Agua Regia, encabezada por Juan Pablo Chávez, realizó un análisis de laboratorio a las aguas vertidas por esa planta ubicada en el municipio de Pesquería. La muestra fue tomada el 5 de junio, días después de que se reportara la muerte de peces en el cauce, tanto en esa zona como en Los Ramones.
Los resultados fueron claros: los coliformes fecales superaban en un 10 % el límite permitido; los sólidos suspendidos totales, en un 13 %; y la demanda bioquímica de oxígeno, en un 2 %. Todos estos indicadores muestran una clara afectación a la salud del río.
Críticas a la doble moral ambiental
El escándalo ha crecido no solo por la contaminación en sí, sino por el doble discurso del Gobierno estatal. Mientras sanciona a empresas privadas —como lo hizo el pasado 8 de junio con Fluidos Básicos y Refinados de Solventes en García—, el mismo gobierno, a través de AyD, continúa vertiendo aguas negras en ríos del estado.
Para Chávez, la situación es inaceptable: “¿Dónde queda la congruencia? Se castiga a privados, pero no se corrigen las fallas de lo público. El Estado debe ser el primero en cumplir la ley”.
Este no es un caso aislado. En octubre de 2024, otra planta de AyD en Juárez fue exhibida por descargar aguas fecales al Río Santa Catarina. En esa ocasión, tanto la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como la propia paraestatal reconocieron el hecho, atribuyéndolo al azolve de un cárcamo.
Para Agua Regia, esto no puede seguir considerándose una excepción. “Si hacemos pruebas en todas las plantas, es muy probable que encontremos situaciones similares”, advirtió Chávez.
La asociación Agua Regia analiza las descargas de una planta tratadora de AyD hacia el Río Pesquería y detecta varios contaminantes.
— elnortelocal (@elnortelocal) June 17, 2025
#ElNorteLocalhttps://t.co/AcMpaDCzgJ
Ambientalistas exigen reestructura
Más allá de los señalamientos puntuales, los activistas piden una revisión profunda de la operación de Agua y Drenaje. Según Chávez, la paraestatal acumula décadas de rezago, y no es suficiente con atribuir las fallas a la administración actual.
Asegura que los recursos públicos deben redirigirse a lo urgente: modernización de plantas, reparación de redes de drenaje y control de fugas. Criticó que mientras eso no se atiende, se lancen proyectos como el Parque del Agua o el tratamiento terciario, que no resuelven los problemas de fondo.
“Tenemos drenajes colapsados, fugas por toda la ciudad, olores insoportables… y al mismo tiempo nos dicen que están cuidando el medio ambiente. Es una contradicción inaceptable”, expresó.
Chávez sostiene que se requiere una reestructura completa del organismo y una política ambiental que empiece por limpiar la casa antes de señalar a otros.
Silencio del Gobierno estatal ante Agua y Drenaje
Lo más alarmante, para muchos, ha sido la falta de reacción por parte del Gobierno de Nuevo León. Hasta ahora, no se ha emitido una postura oficial sobre la contaminación detectada en Pesquería, ni se ha informado de sanciones contra la planta de AyD.
Esto ha llevado a organizaciones civiles a cuestionar si el discurso ambientalista del gobernador Samuel García es solo de imagen. Mientras se promueve una agenda verde, se permite que dependencias estatales violen las mismas normas que se exige cumplir a los demás.
La ciudadanía ha comenzado a exigir claridad, sanciones y soluciones. El daño ambiental ya está hecho, pero todavía hay tiempo para evitar que el Río Pesquería se convierta en otro caso perdido.
Array