La seguridad estatal en Nuevo León volvió a quedar en entredicho luego de un asalto millonario registrado en Guadalupe, donde un cliente bancario fue despojado de un maletín con dos millones de pesos en efectivo. El hecho ocurrió a plena luz del día en el estacionamiento de una sucursal de BBVA ubicada en la colonia La Fuente, sobre la avenida Benito Juárez y la calle Tolteca.
De acuerdo con los reportes oficiales, la víctima fue sorprendida por un hombre armado que lo amagó en cuanto salió de la institución bancaria. Tras arrebatarle el dinero, el agresor abordó un vehículo Nissan Sentra color rojo con placas SYU264A, en el que lo esperaba al menos un cómplice. Ambos huyeron por calles del municipio sin que las autoridades lograran detenerlos en el momento.
El incidente ha generado alarma y críticas hacia las autoridades estatales y municipales, pues evidencia que la seguridad estatal ciudadana sigue siendo un desafío mayúsculo. En particular, el gobierno estatal ha sido cuestionado por no garantizar entornos seguros ni siquiera en zonas bancarias, donde la vigilancia debería ser más estricta.
Robo millonario en #NuevoLeón: así fue como a plena luz del día, dos sujetos asaltaron a un hombre que había retirado 2 MDP de un banco en el municipio de #Guadalupe.@Angel_MedellinN con la información#LoDijoZea @FranciscoZea por @ImagenTVMex pic.twitter.com/giRZljZPzl
— imagenzea (@imagenZea) September 18, 2025
Fallas en la seguridad estatal y bancaria
El asalto en Guadalupe no es un caso aislado. Apenas semanas atrás, clientes de otras instituciones bancarias en municipios como Apodaca y Santa Catarina también fueron víctimas de robos millonarios en circunstancias similares. Estos patrones hacen pensar a especialistas en seguridad que se trata de grupos delictivos organizados que operan bajo esquemas planeados, aprovechando la falta de prevención en áreas de alto riesgo.
A pesar de que los bancos suelen contar con protocolos internos, la responsabilidad del resguardo de los ciudadanos al salir de las sucursales recae principalmente en las autoridades. Sin embargo, los robos continúan y generan una percepción de vulnerabilidad entre la población. Para muchos, la seguridad en el estado no se refleja en estrategias efectivas, sino en promesas oficiales que rara vez llegan a resultados tangibles.
Los testigos del hecho en Guadalupe narraron que uno de los asaltantes vestía gorra y cubrebocas, mientras que el otro también cubría su rostro con un cubrebocas, lo que dificultó su identificación inmediata. Aunque patrullas municipales y agentes ministeriales arribaron tras el llamado de emergencia al 911, su llegada no fue suficiente para capturar a los responsables, quienes ya habían escapado con el botín.
Seguridad estatal en entredicho
Los hechos ocurridos en Guadalupe se suman a una serie de eventos violentos que han puesto bajo presión a las autoridades de Nuevo León. La seguridad estatal, encabezada por la Fuerza Civil y coordinada desde el gobierno, ha sido duramente criticada por su falta de capacidad para contener delitos de alto impacto como asaltos, ejecuciones y extorsiones.
El robo de dos millones de pesos no solo representa una pérdida material, sino también un golpe directo a la confianza ciudadana. El hecho de que ocurra en un lugar tan concurrido como una sucursal bancaria refleja un vacío en la prevención y una preocupante normalización de la violencia.
En redes sociales, numerosos usuarios denunciaron que mientras el gobierno estatal presume estadísticas de reducción en ciertos delitos, la realidad en las calles es otra. “Si no estamos seguros ni en los bancos, ¿dónde sí?”, cuestionaron algunos, mientras que otros acusaron a las autoridades de maquillar cifras y dar prioridad a la imagen política antes que a la protección de la ciudadanía.
Impacto social y económico
El incremento de hechos delictivos como el de Guadalupe genera un impacto directo en la vida cotidiana y en la economía local. Empresarios y ciudadanos coinciden en que la falta de seguridad estatal no solo afecta a las víctimas directas, sino que eleva el clima de desconfianza y desalienta la inversión.
En este caso, el monto robado —dos millones de pesos— resalta por la magnitud del golpe, pero más allá del dinero, lo que preocupa a la ciudadanía es la facilidad con la que los delincuentes ejecutaron el atraco y escaparon sin mayores dificultades.
Especialistas advierten que si no se refuerzan las estrategias de vigilancia en áreas vulnerables como bancos, cajeros automáticos y zonas comerciales, la incidencia de estos delitos podría aumentar. La repetición de casos similares en distintos municipios muestra que se trata de un patrón que aprovecha las debilidades del sistema de seguridad pública.
Exigen resultados inmediatos
La población de Nuevo León, y en particular los habitantes de Guadalupe, exige que las autoridades estatales y municipales refuercen las medidas de prevención y den resultados inmediatos. La seguridad ha sido uno de los temas más recurrentes en las críticas hacia el gobierno, que a pesar de las constantes denuncias ciudadanas, no ha logrado consolidar un entorno confiable.
La investigación del caso ya está en manos de la Agencia Estatal de Investigaciones, que recaba testimonios y analiza las cámaras de seguridad de la zona para identificar a los responsables. Sin embargo, la experiencia con casos anteriores hace que muchos duden de que el robo se esclarezca por completo.
Mientras tanto, la ciudadanía insiste en que no basta con suspender a policías locales o abrir expedientes. Lo que se necesita, señalan, es un replanteamiento serio de la estrategia estatal de seguridad estatal que hasta ahora no ha logrado impedir la proliferación de delitos violentos en la entidad.
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