La Línea 3 del Metro dejó a Félix U. Gómez convertida en un “tour del abandono”: casas en ruinas, negocios cerrados, mobiliario urbano destrozado y calles desiertas. La avenida, que conecta el centro de Monterrey con el Hospital Metropolitano, pagó el precio de casi nueve años de retrasos, sobrecostos y omisiones gubernamentales.
Pero mientras los vecinos siguen lidiando con las secuelas de esta obra inconclusa, el discurso oficial de Samuel apunta en otra dirección: no a la rehabilitación de estas zonas devastadas, sino a proyectos millonarios que presumen modernidad y que giran en torno a un solo objetivo, el Mundial de Futbol 2026.
Línea 3 y abandono de Félix U. Gómez
Los 7.5 kilómetros de la Línea 3 son recordados como ejemplo de mala planeación. Iniciada en 2013 bajo Rodrigo Medina, inaugurada hasta 2021 en plena pandemia, y con un costo final de 9 mil 439 millones de pesos, la obra dejó tras de sí una avenida sin vida.
Casas de los años 70 tapiadas con blocks para evitar invasiones, locales cerrados con letreros de “se renta” y calles sin actividad son la herencia de un proyecto que debió traer movilidad, pero terminó sepultando a una de las arterias más importantes de la ciudad.
El deterioro es tan visible que hasta la histórica tienda Famsa, abandonada durante dos años, fue ocupada por un negocio chino, mientras el resto de los comercios resisten apenas entre grafitis y escombros.
La Línea 3 del Metro tardó casi un sexenio en concluirse y dejó a Félix U. Gómez devastada: casas derrumbadas, comercios vacíos y calles inseguras. Hoy, Samuel promete nuevas líneas rumbo al Mundial, pero los vecinos siguen viendo abandono y promesas sin remedio. 🚇 pic.twitter.com/6XqLPkqfKW
— La Sierra Madre (@LaSierraMadre_) September 12, 2025
Promesas de Samuel rumbo al Mundial
En contraste, Samuel concentra su narrativa en el Mundial de 2026. Con bombo y platillo anunció la construcción de las Líneas 4 y 6 del Metro, con una inversión de 30 mil millones de pesos. Su discurso habla de movilidad moderna, monorrieles y 132 nuevos vagones listos para antes de que ruede el balón en Monterrey.
El detalle incómodo es que esas promesas llegan mientras Félix U. Gómez sigue en ruinas. No existe un plan de restauración para la avenida ni para los barrios que fueron sacrificados durante la construcción de la Línea 3. Los vecinos, que llevan años conviviendo con inseguridad y abandono, miran con incredulidad cómo el foco se dirige a proyectos futuros mientras su presente sigue devastado.
Dos ciudades, dos realidades
El contraste es brutal: avenidas como Constitución y Miguel Alemán se iluminan con nuevas inversiones, mientras Félix U. Gómez se hunde en la oscuridad. Lo que antes fue una vía icónica quedó reducida a un espacio fantasma, reflejo de cómo los grandes proyectos de infraestructura pueden destruir comunidades enteras cuando se piensa más en la foto que en la gente.
Los comercios que alguna vez daban vida al corredor hoy son ruinas silenciosas. Los vecinos que resistieron vieron cómo su patrimonio se depreciaba sin que nadie respondiera. Y aunque Samuel insiste en que las nuevas líneas estarán listas antes de 2026, para muchos ciudadanos ese discurso no es más que un déjà vu: otra ronda de promesas que podrían dejar tras de sí más abandono.
¿Y los recursos para Félix U. Gómez?
La pregunta se repite entre los vecinos: ¿por qué hay recursos para presumir nuevas obras, pero no para rescatar las zonas destruidas por las anteriores? La Línea 3 del Metro no solo se convirtió en un ejemplo de atraso, sino en un recordatorio de que el costo de la modernidad suele pagarlo la gente común, mientras los reflectores se concentran en grandes eventos.
El Mundial pasará en unas semanas, pero Félix U. Gómez ya lleva una década en ruinas. Y lo que temen los ciudadanos es que, cuando las nuevas líneas queden listas, otras colonias terminen sufriendo el mismo destino: abandono, inseguridad y promesas sin cumplir.
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