Samuel García presume haber traído 68 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, pero la realidad es muy diferente: el RNIE reporta solo 12 mil millones. Este engaño no termina ahí. Mientras tanto, utiliza la Secretaría de Medio Ambiente para presionar a empresas, recaudar dinero y fortalecer la estructura electoral de Movimiento Ciudadano.
La Farsa De Las Cifras Infladas En Inversión Extranjera
Durante su gobierno, Samuel García ha repetido en eventos y publicidad que ha logrado atraer una inversión extranjera por billones, concretamente por 68 mil millones de dólares. Según él, esto coloca a Nuevo León como líder absoluto en nearshoring y lo convierte en el motor económico del país. Sin embargo, los datos oficiales contradicen su narrativa. La Secretaría de Economía federal y el Registro Nacional de Inversiones Extranjeras confirman que solo se recibieron 12 mil millones de dólares en el mismo periodo.
El gobernador justifica la diferencia diciendo que se trata de compromisos y arrendamientos que no se contabilizan formalmente como inversión extranjera directa. Pero en realidad, se trata de promesas y contratos que nunca ingresan oficialmente al país ni generan beneficios inmediatos para la economía local.
Promesas, Proyectos Truncos… Y Mucho Viaje De Lujo
Las cifras infladas han servido para justificar sus costosos viajes internacionales. Samuel asegura que esas giras a Europa, Asia y Estados Unidos son la clave para atraer grandes capitales. Viajes en los que, además, ha gastado en llevar a influencers “financieros”.
Sin embargo, en los hechos, no existen pruebas de que esas visitas hayan resultado en inversiones reales. Las empresas extranjeras siguen apostando por estados como Querétaro, Coahuila y Guanajuato, donde encuentran mayor seguridad y certeza jurídica.
Mientras tanto, la propaganda en espectaculares y redes sociales muestra un Nuevo León ficticio, construido solo para fortalecer la imagen del gobernador y preparar el terreno político rumbo al 2027.
Chantaje Ambiental A Empresas
Paralelo al discurso de inversiones, el gobierno de Samuel ha intensificado su narrativa “verde”. Bajo el pretexto de proteger el medio ambiente, ha implementado inspecciones exprés y clausuras a plantas industriales. Empresas emblemáticas como Ternium, Cemex, Zinc Nacional y Pyosa han sido blanco de estas medidas.
Aunque algunas industrias han registrado incidentes ambientales en el pasado, el nivel de presión y sanciones actuales carece de sustento técnico y legal. Las clausuras no obedecen criterios claros ni estudios serios; más bien, funcionan como herramienta de presión para exigir contribuciones económicas ilegales.
Secretaría De Medio Ambiente: Una Caja Chica Para Movimiento Ciudadano
Las clausuras “verdes” tienen un fin claro: recaudar dinero para el partido Movimiento Ciudadano. Según fuentes cercanas al Palacio de Cantera, la Secretaría del Medio Ambiente se ha convertido en un centro de recaudación política. A los empresarios se les solicita dinero para evitar cierres, en una práctica conocida como “pase de charola”.
Este dinero no se usa para mejorar la infraestructura ambiental ni para programas sustentables. Se destina a financiar campañas y consolidar la red política de Samuel García y sus allegados. La estrategia es tan evidente que incluso funcionarios internos han manifestado su inconformidad.
Salida De Alfonso Martínez: Una Purga Política
Alfonso Martínez Muñoz, anterior secretario del Medio Ambiente, fue apartado del cargo tras negarse a continuar con las clausuras sin fundamento. Su salida marcó el inicio de una etapa más agresiva de recaudación y control político.
En su lugar, Samuel nombró a Raúl Lozano Caballero, un exdiputado de Movimiento Ciudadano sin experiencia técnica suficiente. Lozano dejó claro desde el inicio su papel al declarar que “el que contamine terminará en la cárcel”, frase que refuerza el discurso punitivo y el chantaje.
Un Clima De Desconfianza Que Afecta A Todos
Los empresarios, tanto nacionales como extranjeros, están alarmados. La inseguridad jurídica y el ambiente hostil los llevan a considerar mover sus operaciones a otros estados más estables. Además, el riesgo para miles de empleos en Nuevo León crece cada día.
El golpe no solo afecta a las grandes empresas. Las cadenas de suministro, los proveedores y los trabajadores ven amenazada su estabilidad por un gobierno que prioriza el lucro político sobre el bienestar económico y social.
Un Nuevo León De Espectaculares
Samuel García ha construido un Nuevo León ficticio en redes y publicidad. Un estado con inversiones millonarias y un gobierno ambientalista que solo existe en su discurso. La realidad es muy diferente: un entorno donde la extorsión y el uso político del medio ambiente dominan las decisiones.
La ciudadanía y la comunidad empresarial merecen transparencia y datos reales. No cifras infladas ni medidas punitivas disfrazadas de ambientalismo. La gran mentira del “dinero verde” revela un gobierno más interesado en el poder y la propaganda que en el progreso real del estado.
Con esta estrategia, Samuel “jinetea” dinero y usa el medio ambiente como coartada, creando un Nuevo León que solo existe en sus espectaculares y en los intereses electorales de Movimiento Ciudadano.
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